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Texas vive una tragedia sin precedentes por inundaciones: decenas de muertos y desaparecidos, entre ellos niños en campamentos de verano
Las autoridades dijeron que había certezas de que el número de muertos aumentaría.
Por Dj. Cristian Matos
Publicado en 07/07/2025 21:12
Internacionales

Texas vive una tragedia sin precedentes por inundaciones: decenas de muertos y desaparecidos, entre ellos niños en campamentos de verano

 

El centro del estado de Texas se encuentra sumido en una profunda tragedia tras un fin de semana festivo que se tornó en pesadilla debido a fuertes lluvias e inundaciones históricas. El lunes, el riesgo de nuevas inundaciones seguía siendo elevado, mientras los equipos de emergencia intensificaban sus esfuerzos de búsqueda y rescate, especialmente en áreas remotas donde el acceso ha sido limitado por el terreno difícil y los daños estructurales.

 

Las autoridades estatales han confirmado que al menos 82 personas han perdido la vida como resultado del diluvio, incluidos numerosos menores de edad que se encontraban disfrutando de campamentos de verano. A medida que avanza el operativo de rescate, se teme que la cifra de víctimas mortales continúe aumentando. El gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró en conferencia de prensa que 41 personas aún permanecen oficialmente desaparecidas en todo el estado, aunque admitió que esa cifra podría crecer a medida que se obtengan nuevos reportes de desaparecidos en las zonas afectadas.

 

Pérdidas humanas y daños incalculables

 

Entre los casos más desgarradores se encuentra el de un campamento de verano para niñas, el Campamento Mystic, que fue duramente golpeado por las inundaciones. El lugar, situado en la región de Hill Country, fue arrasado por las aguas desbordadas del río Guadalupe, dejando a su paso una escena desoladora. Las autoridades informaron que al menos 28 niños y niñas, así como varios adultos responsables del campamento, figuran entre las víctimas mortales encontradas hasta el momento.

 

Los rescatistas, enfrentándose a terrenos peligrosos, llenos de lodo, árboles caídos y hasta serpientes, trabajan sin descanso buscando sobrevivientes. Las operaciones de rescate se han visto complicadas por las continuas lluvias, la oscuridad nocturna y la imposibilidad de acceder a ciertos puntos debido al colapso de puentes y carreteras.

 

Larry Leitha, jefe de la policía del condado de Kerr, señaló que la devastación humana y material es “la peor que ha visto en sus décadas de servicio”. En Hill Country, se han recuperado 68 cuerpos, y la labor continúa con la esperanza de encontrar sobrevivientes. Mientras tanto, en los condados de Travis, Burnet, Kendall, Tom Green y Williamson se han reportado otras 10 muertes confirmadas.

 

Historias de valentía y sobrevivencia

 

En medio del desastre, también emergen conmovedoras historias de heroísmo y solidaridad. Reagan Brown, residente del condado de Kerr, narró cómo sus padres, ambos octogenarios, lograron escapar de su hogar en la ciudad de Hunt cuando el agua empezó a subir de manera alarmante el viernes por la noche. La pareja logró subir a una colina cercana, desde donde observaron con impotencia cómo su casa era arrasada por el torrente.

 

Sin embargo, su valentía no se detuvo ahí. Al enterarse de que su vecina de 92 años había quedado atrapada en su ático, regresaron para rescatarla, desafiando las peligrosas condiciones. “Luego pudieron llegar a su cobertizo de herramientas en un terreno más alto, y los vecinos comenzaron a llegar allí durante la madrugada. Todos resistieron juntos en ese pequeño espacio”, relató Brown.

 

Estas muestras de coraje han sido replicadas en distintas comunidades donde vecinos se ayudaron mutuamente a escapar de la crecida de los ríos y arroyos. Muchos de ellos perdieron sus viviendas, vehículos y pertenencias, pero conservan la vida gracias a la ayuda mutua.

 

El impacto en los campamentos de verano

 

Los campamentos de verano, una tradición en Texas durante las vacaciones escolares, se han visto especialmente afectados. Camp Mystic, entre otros, fue destruido casi por completo por las aguas torrenciales. El dolor y la incertidumbre reinaban entre las familias que acudieron el domingo a recorrer las instalaciones en busca de pertenencias, respuestas o consuelo.

 

Una niña fue vista saliendo de un edificio semidestruido con una gran campana, uno de los símbolos del campamento. Un padre, cuya hija logró salvarse refugiándose en una cabaña ubicada en la parte más alta del terreno, caminaba en silencio por la orilla del río, revisando árboles y rocas en busca de cualquier indicio de vida.

 

Otras familias, visiblemente afectadas, recogieron lo poco que pudieron salvar. Una adolescente lloraba desconsolada mientras observaba desde la ventanilla de un vehículo los restos de lo que alguna vez fue un lugar de alegría y aprendizaje. Algunos se retiraron con baúles, otros solo con recuerdos y el peso del dolor por quienes aún no aparecen.

 

Pronóstico complicado y advertencia de las autoridades

 

La situación sigue siendo crítica. El gobernador Abbott advirtió que se esperan más lluvias intensas entre el lunes y el martes, lo que podría agravar la situación, especialmente en las zonas ya saturadas por las precipitaciones anteriores. Las autoridades han emitido alertas de evacuación en varios condados y han habilitado refugios temporales para los damnificados.

 

“Estamos enfrentando una emergencia prolongada. Pedimos a la ciudadanía que coopere, que siga las instrucciones de los equipos de rescate y que se mantenga alejada de las zonas peligrosas”, insistió el gobernador, quien también activó a la Guardia Nacional para colaborar en los esfuerzos de búsqueda, rescate y distribución de ayuda humanitaria.

 

Respuesta estatal y apoyo comunitario

 

Los esfuerzos de recuperación ya están en marcha. Organizaciones de socorro, iglesias, voluntarios y agencias estatales trabajan coordinadamente para asistir a los damnificados, proporcionar alimentos, ropa, agua potable y atención médica. Equipos de psicólogos también han sido desplegados para brindar apoyo emocional a quienes han perdido familiares o han vivido experiencias traumáticas.

 

La comunidad texana, conocida por su espíritu solidario, ha comenzado a movilizarse a través de campañas de donación y recolección de suministros. Las autoridades han habilitado líneas directas para reportar desaparecidos, coordinar rescates y ofrecer información actualizada.

 

Una tragedia que dejará huellas

 

Aunque aún es pronto para calcular el costo total de la devastación, se estima que las pérdidas materiales superarán los cientos de millones de dólares. Pero más allá de lo económico, la tragedia ha dejado una profunda herida emocional en cientos de familias texanas.

 

El diluvio del fin de semana quedará en la memoria colectiva del estado como uno de los episodios más dolorosos de los últimos tiempos. Para muchos, el retorno a la normalidad será largo y difícil, pero también está surgiendo una corriente de esperanza y unidad que podría ser clave en la recuperación.

 

El pueblo de Texas, golpeado pero no vencido, sigue luchando por rescatar a sus seres queridos, reconstruir sus hogares y sanar su corazón.

 

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