Aumentan a 70 los fallecidos por las inundaciones en el centro-sur de Texas: autoridades continúan las labores de búsqueda intensiva
Texas, EE.UU. – La tragedia provocada por las intensas inundaciones en el centro-sur del estado de Texas sigue aumentando en magnitud y dolor. Este domingo, las autoridades locales confirmaron que la cifra de víctimas mortales ha ascendido a setenta, mientras cientos de rescatistas, agentes de emergencia y voluntarios continúan desplegados en las zonas afectadas con la esperanza de localizar a desaparecidos y brindar asistencia a las comunidades más golpeadas.
El alguacil del condado de Kerr, Larry Leitha Jr., ofreció una rueda de prensa en la mañana de este domingo para actualizar a la ciudadanía sobre la situación en su jurisdicción, una de las más afectadas por el desastre natural. Según detalló, de los 70 fallecidos confirmados hasta el momento, 59 se han localizado en el condado de Kerr, lo que representa la mayor concentración de víctimas en una sola área.
“Estamos enfrentando una situación devastadora. La comunidad está de luto y nosotros seguimos trabajando sin descanso para encontrar a todas las personas desaparecidas. Es una promesa que hemos hecho a las familias y la vamos a cumplir”, expresó Leitha Jr., visiblemente conmovido durante su comparecencia ante los medios.
Entre las víctimas confirmadas en el condado, 38 son adultos y 21 son menores de edad, una cifra que ha estremecido aún más a la comunidad, dada la alta cantidad de niños entre los fallecidos. Las autoridades locales han solicitado apoyo psicológico y emocional para las familias afectadas, y varias iglesias, escuelas y centros comunitarios han abierto sus puertas para ofrecer asistencia a los damnificados.
Lluvias históricas y desbordamiento de ríos
Las inundaciones fueron causadas por un sistema de tormentas severas que afectó durante varios días a amplias zonas del estado, provocando lluvias intensas y el desbordamiento de ríos y arroyos. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) calificó el evento como uno de los más intensos en la historia reciente de la región.
Zonas rurales y suburbanas quedaron completamente anegadas, y cientos de viviendas, negocios, puentes y carreteras fueron destruidos o gravemente dañados. Las autoridades locales han declarado estado de emergencia en más de diez condados, y se han habilitado refugios temporales para acoger a miles de personas desplazadas.
Rescate y solidaridad
Desde el inicio de la emergencia, equipos de la Guardia Nacional de Texas, departamentos de bomberos, policías locales, Cruz Roja, y organizaciones comunitarias se han unido en una operación masiva de rescate y ayuda humanitaria. Helicópteros, drones, botes y maquinaria pesada han sido utilizados para acceder a zonas incomunicadas y evacuar a quienes se encontraban atrapados por el agua.
“Es impresionante la muestra de solidaridad de la gente. Tenemos a personas que han venido desde otros estados solo para ayudar. Hay voluntarios que no han dormido en dos días”, relató uno de los rescatistas que participa en las labores en Kerrville, la ciudad más grande del condado de Kerr.
A pesar del esfuerzo conjunto, las autoridades reconocen que el número de víctimas podría seguir aumentando en las próximas horas y días, dado que aún hay personas desaparecidas y zonas de difícil acceso.
Apoyo estatal y federal
El gobernador de Texas, Greg Abbott, visitó algunas de las áreas afectadas este domingo por la tarde y prometió el apoyo total del gobierno estatal. Además, confirmó que ya se han solicitado fondos de emergencia al gobierno federal para atender la crisis y comenzar la fase de recuperación.
“Esta es una tragedia que nos duele a todos los texanos. No vamos a dejar solos a nuestros ciudadanos. Vamos a reconstruir y vamos a hacerlo juntos”, aseguró el gobernador durante su recorrido.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado expresando su solidaridad con las víctimas y anunciando que ha ordenado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) que trabajen de inmediato con las autoridades estatales para brindar la ayuda necesaria.
Una comunidad golpeada pero resiliente
Mientras las autoridades siguen concentradas en salvar vidas y asistir a los sobrevivientes, la comunidad de Kerr y de todo el centro-sur de Texas comienza a enfrentar las dolorosas consecuencias de esta catástrofe. Familias enteras lo han perdido todo: hogares, pertenencias, e incluso seres queridos.
A pesar de la tragedia, la esperanza y la solidaridad no han faltado. Campañas de donaciones se están organizando por todo el estado, y miles de personas han acudido con alimentos, ropa, medicamentos y artículos esenciales para colaborar con los damnificados.
“Hoy más que nunca necesitamos estar unidos. Es duro, pero saldremos adelante”, dijo entre lágrimas una residente de Ingram, una pequeña localidad en Kerr que fue devastada por la crecida del río Guadalupe.
La tragedia en Texas es un recordatorio del poder destructivo de la naturaleza, pero también de la capacidad humana para resistir, apoyar y reconstruir.
